sábado, 4 de septiembre de 2010

5

WTF

Imagínense que son un elfo (y encima de los pijos que tienen tarjeta de la tienda de Prada de Rivendel) y llegan a las puertas de Mordor. Se ha perdido pero usted es un elfo muy despreocupado e incluso ignorante del mal que le acecha. Van de impecable blanco radiante. De ‘punta en blanco’, vamos. Y un orco se asoma y les ve: «WTF!»


Descubrí la expresión cibernética y virtual WTF demasiado tarde, como casi todo lo relacionado con el mondo internet. Siempre me lo chiva alguien, siempre hay alguien cercano que hace que mi Tolosísimo se vea aumentado y encomiado de nuevos conocimientos. No entendía su aplicación en mi mundo personal porque nada de lo que me rodea me sorprende. Nada. Puede cabrearme, eso sí, pero nunca sorprenderme. Veo una rata en el Metro de Viena comiéndose una pota reciente (de color rosáceo) y ni me inmuto. Como mucho busco una cámara de fotos. Veo a dos adolescentes en un banco y a uno chillando porque su novia le está explotando los granos de la cara y se los chupa y lame para curárselos después y, desde luego, no me llama nada la atención. ¡Soy fan de John Waters! Eran cosas que pasaban en mi barrio de la infancia.  Una de tantas. 
Nunca he utilizado o pensando utilizar la expresión WTF (siglas de What The Fuck) hasta el día de ayer. 

Normalmente pido en mis cumpleaños algo que desee pero no me apetezca comprar. De pequeño tenía mis Converse y mis Puma. Jugaba, saltaba, pateaba y esquivaba jeringuillas de toxicómanos y me despreocupaba que se rompiesen o se ensuciaran. Valían 1.000 pesetas por aquel entonces y ningún pijo las llevaba. ¿Será eso? 


Mis amigos me regalaron un par, por petición propia, pero que desde que me las pongo no temo por mi vida sino que no deseo que nadie las pise. Sobre todo su punta blanca. ¡Tengo una fobia tremenda a que alguien pise mi punta blanca de mis nuevas Converse! Que una persona con sus sucias suelas o tacones deje huella en mi inmaculada y virginal puntera plastificada. ¡No quiero que violen a mi puntera! 

FAIL!
Ellos me miran y miran esa puntita virginal blanca. Pálidos de envidia desea pisotearla y ensuciarla. Lo sé y lo presiento. Ayer en el transporte público (encima viernes) sentí que me moría. Todo estaba lleno de gente que se colocaba cerca de mí, detrás, delante, a mi derecha e izquierda y sé que miraba con deseo esa resplandeciente puntera impecable que se convirtió, seguramente, en su oscuro objeto de deseo. En estos momentos me siento como ese elfo que llega a Mordor y que seguramente sea recibido no con flechas sino con una lluvia de barro, escupitajos o meados seguido de una risa maléfica y mordoriana de unos orcos bastardos. Ahora sé que utilizaré la expresión WTF si alguien las pisa. ¿Recurriré a la violencia? ¿Pegaré un puñetazo a la cara de alguien y saldré corriendo y llorando? ¿Me pondré unos condones para protegerlas? ¿Unas bolsas de plástico? Espero que el año que viene no me entre la neura de comprarme unos Manolos porque les digo una cosa: el transporte público en la actualidad por moderno que parezca es Mordor y sus ocupantes unos orcos. Sucios y envidiosos. WTF!


FAIL vs. WTF!

5 comentarios:

  1. Vaya, tendrías que ver las mías. Son las blancas, bueno eran las blancas... Ahora marrones xD
    Hay muchos charcos bastardos por aquí, jajaj
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Mejor no dejaré que se junten mis Converse con las tuyas... lo mismo de la envidia empiezan a cometer actos impuros y lanzarme a charcos y fango.

    Gracias por el comentario ixilik!

    ResponderEliminar
  3. No dudarían en hacerlo. Ya no se ven converse inmaculadas por ninguna parte, larga vida a las tuyas!
    De nada, Maldito.

    ResponderEliminar
  4. "ayyyyyyyyyyyyy"

    Frase de una puntera de Converse antes de ser violada por la suciedad.

    ResponderEliminar

Lea antes los Mandamientos de este blog.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...