viernes, 16 de septiembre de 2011

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Tita Cervera. la baronesa: Mourinho: «¿Pita Cervera? No sé quién es esa Pita»

Miniserie
“Tita Cervera: la baronesa
(2011)
España 



Sinopsis (Filmaffinity):


Drama biográfico sobre la baronesa Thyssen. Sus primeras apariciones en sociedad tras alzarse con importantes títulos de belleza y su faceta como actriz; sus relaciones sentimentales con el actor norteamericano Lex Barker, el productor venezolano Espartaco Santoni, el publicista Manolo Segura y el barón alemán Heinrich von Thyssen; su lucha por llevar a España una de las colecciones de arte más prestigiosas del mundo; y su relación con su hijo Borja, son algunos de los episodios más significativos de la vida de Carmen Cervera que abordará esta tv movie, basada en el libro del mismo título de los periodistas Teo Lozano y Goya Ruiz.

Crítica Bastarda:

De la productora de “Felipe y Letizia” y después de emitir la “La Duquesa” llega ‘La Baronesa’. Da lo mismo que huyan… porque el chapapote excremental les salpicará (hasta en el cuadro de los ciervos brincando que tienen en el salón). Da lo mismo que emigren porque a este paso Telecinco va a ser el primer canal de Cuba o China. Da la mismo pero no da lo mismo: Tita Cervera demandará a la cadena que ha emitido “Tita Cervera: la baronesa” por ‘destruir’ su imagen, por ‘distorsión’ y ser una absoluta ‘difamación’. ¿Podemos sumarnos los espectadores a esa denuncia? ¿Por sentirnos ‘destruidos’ cerebralmente y ‘difamados’ con esas imágenes y diálogos que no aportan nada a nuestra vida repleta de sesudos cotilleos que nos hacen cada día más inteligentes y perras sabias? Esta miniserie nos la conocemos. ¡Hasta en la Wikipedia cuentan y se mojan más! Queríamos una versión con trapos sucios, conspiraciones, sexo pasional y palabrotas internacionales. ¡Queríamos una demanda por difamación de verdad! Porque ya que te van a demandar que sea por algo, ¿no?

Están hechas un CUADRO

Es cierto que para hacer la serie se han basado en un libro de dos periodistas aunque no entiendo ese afán de contarnos en imágenes televisivas, con el peor formato ficcional al que llaman clase, aquello que conocemos de primera mano en la prensa rosa y, sobre todo, en los necesarios e imprescindibles reportajes de los programas del corazón. Si la miniserie tuviera una pista de comentarios sangrantes de Lydia Lozano, Jorge Javier Vázquez y demás fauna tertu-friqui-basu-televisiva al menos contaría algo que aportarse algo a nuestras insignificantes y ninguneadas existencias, ávidas de la vida de los demás para sobrevivir en el terrible y gris día a día. “Muchachada Nuí” en su maravillosa sección ‘Celebrities’ dedicada a Tita aportó mucho humor y del bueno, pero, ¿qué nos aporta esta miniserie? ¿Menos de nada? ¿Un cuadro? ¿Tres actrices con un papel que podría haber interpretado Chiquito de la Calzada de manera creíble?

Aquí, al contrario de los valores excrementales de la cadena, nadie se moja: 
«Esta obra de ficción está inspirada en hechos y personas reales que han aparecido de forma pública y notoria en los medios de comunicación. Algunas situaciones y diálogos son fruto del resultado de la libertad de creación de los autores»
El Cuadro siempre presente en una familia con mucho Arte
Tita no atendía ni en clase de ballet y quería ir directa a primera plana. En esos tiempos (el pleistoceno, por la edad de Tita) no había “Gran Zorrano”, ni televisión y mucho menos se había inventado la rueda y ni por supuesto se había estrenado “Superstar”. Ella no fue ni Miss Mundi (pero sí Miss Spain) lo que demuestra que los premios nunca han valido para nada. Las carreras no se hacen ni en un día ni mucho menos en una succión. Hay que trabajarlas. No lo que se succiona sino la carrera in-situ. ¡Arriba el arribismo! ¡Arriba! ¡Arriba! ¡Arriba! Si lo haces, hazlo con Arte. Pero que nadie se olvide de escupir después. 
A ella le gusta jugar a las cartas y hacer buenas apuestas: un actor, un productor y… un Barón (y señor varón). Todos clavando la rodilla para pedirla matrimonio. Todos menos uno, el padre de su hijo… que era un don-nadie sin ese don llamado dinero. Entre cuernos, cornamentas, entre destapes y peludos, Tita decide dejar el enseñar pezón y de trabajar con grandes directores de este país como Mariano Ozores por un título y cuatro cuadros… porque ella nunca le ha interesado el dinero sino el amor. El amor a sus árboles y al arte… al arte de amar sin ánimo de lucro. La serie desvela las artes oscuras (dignas de una hechicera de Mordor) que utiliza Tita para llevarse la colección a nuestro grandísimo país donde está prohibida (por ella y sus cadenas) la tala de sus amados árboles… aunque siga legalizado el Toro de la Vega (que nadie es perfecto y este, al parecer y según la serie, es un país de cornudos).

Lágrimas de Barona y Baronesa
“Tita Cervera: la baronesa” parece que quiera ser una miniserie de pinceladas artísticas porque salen… ¿cuadros? Desde luego, a cuadros podemos quedarnos. Según la miniserie el Barón Thyssen se queda con Tita porque era un ‘cuadro’. Un cuadro, en movimiento, sin marco y con derecho a roce… Pero la historia de la baronesa realmente habla del karma y de donde las dan las toman. Y, entonces, llegó él. Borja tenía que aprender mucho de pintura para ayudar a mamá y efectivamente aprendió mucho… A pintar la mona, claro.

Y Tita si lees esto no me demandes porque yo también me quiero sumar a esa demanda como espectador contra esta calumniosa miniserie. ¡Esta no fue tu vida! ¡Ni tu vida fue un cuadro! ¡Ni tres actrices! ¡Pero si te han hecho un favor! ¡Tu vida así no interesa, interesas tú! Además, ¡qué causalidad Tita! Si te llamas como mi hermana…

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