viernes, 8 de noviembre de 2013

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The Big Bang Theory (7x07) The Proton Displacement: Amistades protónicas y animales de compañía

Me preocupa mucho que seguidores de la serie pongan a la misma altura dos capítulos de la presente entrega que nos enseñan lo mejor y lo peor de la misma. Hablo de “The Scavenger Vortex” (7x03) y The Romance Resonance (7x06), donde comprobamos que se puede rascar y pulir todavía en el universo “Big Bang” o hundirse en esas arenas románticas movedizas que fulminaron la comedia de Sheldon Cooper muchas temporadas atrás. Es preocupante que el millonario público de la ficción de Chuck Lorre y Bill Prady haya asimilado ese juego de parejitas y copia barata con nerds de “Friends” y prefiera los repetidos clichés con los que la sitcom se siente demasiado a gusto. La realidad es que “The Big Bang Theory” es actualmente tan mediática que Kaley Cuoco se puede ‘casar’ con su prometido Ryan Sweeting en directo en el programa de Ellen DeGeneres y provocar con los aplausos un nuevo terremoto en Alcorcón. En las recientes nominaciones de los People´s Choice Awards 2014, además, queda constancia que es la serie más querida por los espectadores… y la abucción protónica es tan ostensible que “The Proton Displacement”, séptimo capítulo de su séptima temporada llega para confirmar que el fenómeno se reduce a simple amistad.

Hay una línea de diálogo entre el retorno de Bob Newhart (Arthur Jeffries y Profesor Protón), que ya le valió un Emmy como estrella invitada en The Proton Resurgence (6x22), y Leonard que realmente define en sí misma el actual éxito de la serie.

—¿Cómo aguantas a Sheldon?
—Ya sabe, porque somos amigos.
—¿Por qué?
—Pregunta cosas realmente difíciles.
—Sí.
—Mire, sé que puede ser molesto, pero lo que tiene que recordar es que no lo hace a propósito. Simplemente él es así. Pero también es leal y se puede confiar en él y nos divertimos juntos…
—Sabes que estás describiendo a un perro.
—Él me mordió una vez. Pero en su defensa, aparecí detrás de él mientras estaba comiendo, así que…
—Sí, odian eso.
—Sabe qué, Sheldon es la persona más inteligente que he conocido en mi vida. Y no está muy bien del todo y me necesita. Supongo que yo también lo necesito.
—¿Y eso por qué?


En realidad, “The Big Bang Theory” se ha convertido en un animal de compañía que ya hemos aceptado como tal. Tremendamente disfuncional pero leal cual can, engendrando una capacidad de necesidad mutua y simbiosis entre la serie y su propia audiencia. Y aquí uno puede preguntarse (o increpar y ladrar), como el Profesor Protón, un eterno mourinhismo ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿Porque “The Big Bang Theory” es “The Big Bang Theory” y punto? El retorno del profesor Protón también está acompañado por un cameo de Bill Nye en una nueva revisión de la amistad y los peores e insoportables rasgos de Sheldon Cooper como animal… de compañía. Un encuentro fortuito de Sheldon, Leonard y Amy en una farmacia con Arthur provocará que el físico moleste nuevamente al retirado presentador, que tomará de nuevo contacto con Leonard para ayudarle una investigación generando los celos y pataleos habituales en Sheldon.

Por otro lado, la actividad ‘femenina’ de Raj con las chicas y sus engranes de yoyas (que no joyas) provocarán las burlas de Howard. La aparición del judío y su crueldad generará la enésima crisis de amistad entre ambos y que el bromance resurja para que Amy suelte el mejor chiste del capítulo: «Van a tener sexo antes que Sheldon y yo… ¡Lo sabía!». El tema de las hebillas a lo sable láser y momento habitual filogay… cansa… como siempre. ¿No tiene más material la sitcom o repetimos que se siente a gusto sobre el cliché de volver a revivir la fórmula de siempre?


Para terminar de cepillarse el asunto entre la colaboración de Leonard y Arthur provocará que Sheldon ‘engañe’ a Bill Nye para realizar su contraataque y que aparezcan asperezas entre el profesor Protón y aquel que le copió descaradamente el formato televisivo. Al final, Sheldon comprende a Arthur y Arthur comprende a Sheldon, dejándole ver su ‘inspirador’ trabajo… para descubrir que Sheldon sigue siendo Sheldon: hackeó su cuenta de correo electrónico e insulta la inteligencia del físico veterano por poner su fecha de nacimiento como contraseña. ¿Y Penny? Para lucir palmito, coger una copa de vino y engrudarse las manos… O sea, lo de siempre. La rubia fue, es y será el cebo para que Arthur entre en el mundo de los chicos y que pueda planear su venganza junto a Sheldon (que ha conseguido su orden de alejamiento nº 1.556.479 en lo que llevamos de serie) contra Bill Nye. Y si Arthur no puede acabar con Penny… ¿podrá hacerlo con una de sus abuelas? ¿Será adoptado el Profesor Protón como nuevo animal de la compañía recurrente o las inspiradas apariciones de Bob Newhart son tan fugaces como los chistes con gracia de la serie?

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