viernes, 26 de septiembre de 2014

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NCIS. New Orleans: Que hagan un ‘NCIS: Alcorcón’ con Torrente si tienen ‘eggs’

Serie de TV
“NCIS: New Orleans”
EEUU
2014

Sinopsis (Página Oficial):

“NCIS: New Orleans” es un drama sobre la oficina local que investiga las causas penales que afectan a personal militar en The Big Easy, una ciudad conocida por su música, el entretenimiento y la decadencia. Al frente del equipo está el Agente Especial Dwayne Pride, también conocido como ‘El Rey’, procedente de Nueva Orleans, que está impulsado por la necesidad de hacer lo correcto. Trabajando con orgullo se encuentra el agente especial Christopher LaSalle, que juega duro, pero trabaja más duro; y la agente especial Meredith ‘Merri’ Brody, una interrogadora carismática y dura que es transferida de la oficina de los Grandes Lagos en busca de un nuevo comienzo. Apoyándolos está la forense Dr. Loretta Wade, quien es tan excéntrica como inteligente. Esta colorida ciudad, que alberga un lado oscuro, es un imán para el personal de servicio con permiso, y cuando los excesos continúan con problemas, el equipo de Pride se encuentra en su mejor momento.

Crítica Bastarda:

Crónica de un éxito anunciado, el nuevo spin-off de “NCIS (Navy, investigación criminal)” se estrenó bajo el resguardo de la serie más vista en EEUU para buscar una argolla catódica hasta Person Of Interesten la triunfante noche de los martes de CBS. Nunca me han llamado la atención los procedimentales que surgieron a raíz de “CSI Las Vegas” y evidentemente acercarme al piloto del show que protagonizan Scott Bakula, Lucas Black y Zoe McLellan parte del seguimiento a las novedades televisivas otoñales. No se puede decir que engañe el primer episodio de “NCIS: New Orleans” porque precisamente da lo que debe ofrecer una ficción de sus características. Buen empaque, factura y calidad con algo de jazz, oscuridad, cuasi-iluminación de puti-club en las secuencias de interiores y, sobre todo, esas ráfagas y efectos de post-producción para que el espectador —y target afín al producto empaquetado aplauda su nuevo entretenimiento. Con sus guiños, personajes prototipos, la elaboración y búsqueda de escenarios y oficinas integradas en la arquitectura mental de cualquier televidente sobre ¿Nueva Orleans?, hay que recordar que “Navy: investigación criminal” discurre por su 12ª temporada y que la llegada de su spin-off como la consolidación de “NCIS: Los Ángeles” en la parrilla de CBS desvelan el plan de renovación de la cadena… con más de lo mismo. ¿Entendemos, por lo tanto, a Madam Secretary y “NCIS: New Orleans” como relevos futuros en sus franjas horarias tanto de “The Good Wife” como de la serie de Mark Harmon que va ya por 260 capítulos emitidos? 


Concibo que los fans de estos espectáculos han quedado prendados con la propuesta, con Scott Bakula y compañía y con esa oscuridad que ya desprende el primer episodio y que bien pudiera encontrar en Nueva Orleans unos escenarios naturales más tenebrosos y menos cosmopolitas y de diseño salvo en sus tanteos científicos y forenses. El éxito de público y crítica de True Detective puede que haya marcado tendencias hasta en el mainstream catódico y empecemos a vivir sus mutaciones entre estereotipos y lugares comunes. El escenario, no obstante, no se impone sino un extraña distribución de oficinas en las que las vídeo-conferencias destruyen el contraplano y reducen el talento en la escritura de las secuencias. Los recursos evidentemente son tan planos y pasajeros como un tatuaje realizado sobre un cadáver. Un cuerpo muerto que, en realidad, forma parte de un cementerio hecho franquicia (o viceversa), en el que débil y eficiente retrato provocará que el seguidor de “Treme” se lleve las manos a la cabeza o mire por el reojillo antes de apagar su televisor. No es su target sino de todo aquel que quedó sumido y hechizado bajo una fórmula habitual de la cadena que “NCIS: New Orleans” que repite con el mismo ritmo y nulo talento.


Otra cuestión es el análisis foráneo de este tipo de series. Al parecer, en EEUU se dedican a asesinarse todo el día. Es el deporte nacional. Muertos, muertos, muertos, te mato, te mato y te vuelvo a matar. En España uno de los casos de un capítulo de ‘NCIS’ sería noticia de portada durante un par de meses y ‘El programa de Ana Rosa’ viviría de la tragedia, juicio y aledaños familiares medio año. Por no comentar que en todos los procedimentales de CBS han asesinado ya, si uno echa cuentas, toda la población estadounidense. Dos veces… Puede que tres. Posiblemente pudiéramos explicar que La Apocalipsis se producirá cuando CBS emita 24 horas, 365 días al año, NCIS y todos sus spin-offs. Será el final del mundo y están avisados… aunque, ya puestos, que hagan un ‘NCIS: Alcorcón’ con Torrente si tienen ‘eggs’. En resumen y definitiva, lo que tienen estos de la CBS es morro. Mucho morro… o mucho muerto. Muertos, muertos, muertos, te mato, te mato y te vuelvo a matar. Muertos, obviamente, a un lado y otro de la pantalla. 

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