jueves, 30 de octubre de 2014

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American Horror Story. Freak Show (4x04) Edward Mordrake. Part 2: Halloween, susto y sorpresa

Halloween está aquí y ha llegado para quedarse, para que nos adentremos de nuevo en el oscuro universo de ‘American Horror Story’, para que aplaudamos el recital de ese burlesque de género repleto de freaks. Estamos citados con el otro lado, con ese más allá que nos va a traer fantasmas y demonios… pero aquellos demonios a los que están sometidos los personajes de la cuarta parte de la antología creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk. La leyenda de Edward Mordrake es el objeto perfecto para que comience el verdadero show de la noche de brujas o y nos revele quién será el freak elegido para acompañar al infierno al espectro que fue invocado. Covers de reinonas aparte (y para dar de comer aparte), las noticias referentes a esa nueva entrega conciernen a los cameos de Neil Patrick Harris y David Burtka para la recta final de la temporada. Tiempo atrás se rumoreó que ambos se meterían en la piel de esa pareja gay que vimos en American Horror Story: Murder House y que finalmente interpretaron Zachary Quinto y Teddy Sears. Quedémonos en nuestro presente. “Edward Mordrake: Part 2” es el cuarto episodio de “American Horror Story: Freak Show” y final de su especial de Halloween. Se trata de un capítulo, además, que supone un punto de giro y en cierta medida cierra el primer de acto de la temporada. ¿Están dispuestos a repasar el desfile y circo del horror? ¿A conocer las aterradoras sorpresas que nos tienen reservadas?

Como suele ocurrir en ‘American Horror Story’ siempre existe una vuelta de tuerca y gran giro que desmonta aquello que preconcebía el espectador. Ryan Murphy y Brad Falchuk son especialistas en lanzarnos señuelos y en los avances que están mostrándonos introducen secuencias que pertenecen a otros episodios posteriores. Pudiéramos ir ya armando el rompecabezas de la temporada conociendo los destinos de Ma Petite, los problemas de Dell Toledo tanto con su impotencia como para controlar tanto a su ira como a su mujer adicta al sexo que él no le puede dar y, para finalizar, la llegada de Mary Eunice (Lily Rabe) para ‘atar’ ese cabo suelto y crossover con American Horror Story: Asylum que ya fue revelado mediante Pepper. El show, por el contrario, tiene que comenzar y los guionistas se han dejado todo el potente material para “Edward Mordrake: Part 2”, capítulo fundamental para entender el pasado de personajes como Suzi (la mujer sin piernas), Paul the Illustrated Seal y dos de los pesos pesados: Elsa Mars y Twisty the Clown. Murphy y Falchuk han encontrado en Edward Mordrake el perfecto elemento de guión para tener un toque fantástico y aterrador en Halloween y que la niebla verde cubra el ‘Freak Show’ y así tener a un fantasma que busque su presa y alma que le acompañe al infierno. 


Suzi será la primera visita de Edward Mordrake tras haber descartado a Ethel Darling. No hay posibilidad de escape de un fantasma que no parará hasta escuchar el pasado de cada freak que ponga en su lista de candidatos. Suzi fue abandonada cuando apenas era una niña de dos años y las calles no la convirtieron en una buena persona, apuñalando a un hombre en la pierna por celos y muriendo más tarde por dañarle una arteria. Paul soñó con formar parte del mundo del cine pero cuando llegó a Los Ángeles únicamente se topó con la depresión, con los insultos y desprecio de un mundo que le odiaba… aunque menos que él mismo. Paul se convirtió en el monstruo, que la sociedad le reclamaba, llenándose de tatuajes pero dejando libre a su cara porque es lo único bonito que tiene y de lo que siente realmente orgulloso. Historias trágicas pero simples historias y comparsa para un experimentado fantasma seguramente ha escuchado a todo tipo de narradores. Edward Mordrake tendrá que seguir buscando e Incluso la inocencia de Pepper y Salty conmueve a ese fantasma que busca a otra clase de ‘freak’. Es turno de Elsa y ella… parece la elegida. No sabemos si Elsa chochea o simplemente sus delirios de convertirse en una artista a sus 898 años buscando la gloria han provocado cierto enloquecimiento de su demacrado ombligo. Elsa sigue pensando que Edward es el hombre virtuoso de la música que le mencionó Maggie Esmerelda y con el que conseguirá la fama. Mordrake deja en evidencia su completa ignorancia galopante y Elsa por fin (sí, ¡por fin!) se da cuenta de las intenciones del fantasma y de su identidad. Los espíritus que acompañan a Edward Mordrake, que va para jurado de “La Voz”, atenazan e inmovilizan a Elsa en su cama para que sus piernas protésicas revelen la verdad pese a repetir en sus gritos que no es una freak. Perdona bonita, pero aparte de freak eres la tonta de la temporada… de momento.


Elsa tendrá que revelar tanto a Mordrake, como a su segunda y diabólica cabeza, toda la historia de su vida y el viaje comienza en 1932, en la República de Weimar con todo el ensueño y depravación sexual al servicio de cualquier cliente y fantasía. Elsa era una dominatrix que nunca dejó que sus clientes la tocaran y es momento de hacer una mención al maquillaje y escenificación que nos hace creer que Jessica Lange ha rejuvenecido 957 años y es una doble de Marlene Dietrich al provecho del bondage. Elsa se ganó una gran reputación gracias castigos ciertamente originales —como obligar a hombres a sentarse en retretes cubiertos de clavos y pinchos— y comenzó a labrarse una audiencia a los que llamo ‘los vigilantes’. Su fama llevó al personaje a Brandeburgo, al Hotel Olympia de esa Alemania del 32 y comenzó a hacer películas… pero fue engañada con una copa y drogada cual folclórica en un final de fiesta. Elsa podía sentir aquello que la hicieron pese a estar completamente desorientada y las intenciones, de los hombres que querían hacer una película con ella, pasaban por atarla en una cama y amputar sus bellas piernas con una motosierra. Aterrador y brutal. Elsa Mars fue la protagonista de una snuff-movie que la catapultó a una macabra fama dentro del circuito habitual para este tipo de cintas por todo el país. Ella fue la estrella… de lo grotesco, salvada por uno de sus clientes regulares que la seguía a todas partes y que fue aquel que la concedió poder vivir y llegar hasta ese mismo instante. La mórbida historia bien pudiera ser una alegoría del comienzo del fin de la República y la llegada del nazismo al poder, el paso del sadomasoquismo y la amoralidad decante absoluta a la brutalidad de una sanguinaria dictadura que dividirá a un país. Lecturas aparte, brilla toda esa composición pretendidamente terrible, psicosexual y tan oscura como el pasado que Elsa dejó atrás. Mordrake ha encontrado a su ‘freak’ y Elsa encuentra la macabra y doble broma del destino como su liberación final, estando dispuesta a partir al infierno. Perdona bonita, pero sabemos que —aparte de interpretar a una freak chocha, envidiosa y tonta que se ha rodeado de lo peor para destacar en algo— tienes contrato hasta el final de la temporada. Edward Mordrake empuña su cuchillo y Elsa está entregada porque por fin ha entendido su destino y conflicto: su ambición siempre será su perdición. Pese al clímax y dudas contractuales (motivo del pulso inestable del fantasma), el espectro vacila al escuchar una música que nos va a conducir a otro espectáculo de Halloween…


En la caravana de los horrores de Twisty the Clown, Bonnie pone al día al Mike sobre su secuestro y las intenciones de su captor. No les ha hecho daño pero tienen que soportar su ‘show’ y esas cosas que hacen los payasos… El problema —y prueba de ello es el estado de inconsciencia de Corey— es que Twisty no les da de comer y su destino probable es morir de hambre allí. Bonnie, por el contrario, no baja la guardia y aprovecha otro despiste del asesino en serie para escapar y gritar. Esta vez hay una diferencia y no es otra que Jimmy y Esmerelda se encuentran cerca en su viaje de vuelta al ‘Freak Show’, ya que se quedaron sin gasolina en la moto. Aunque la timadora se cree que todos son de su condición, aparece aquí cierto discurso de Jimmy Darling sobre el rechazo de esa sociedad que como mucho les tolera para ratificar su normalidad. Van a tener tiempo de poco más porque serán testigos de cómo Twisty the Clown caza de nuevo a Bonnie y ambos descubrirán, al seguirlo, que se trata del asesino que acecha la zona sembrado el terror. Por desgracia para ellos, Dandy Mott ya está metido en su nuevo rol de payaso —con perspectiva de futuro en el universo de los psycho killers— y les golpea en la cabeza por sorpresa para preparar a todos para el espectáculo. Dandy quiere realizar su show de magia delante de Jimmy y el resto de niños maniatados, cortando (literalmente) con un serrucho a Esmerelda por la mitad en esa caja de madera en la que permanece atrapada, mientras que Twisty pone la banda sonora con su piano de juguete. La música alerta a Edward Mordrake pero hasta que la niebla verde ‘marihuana’ llegue allí, con ese ritmo cansino y escénico, pueden estar apañados… Las manos de langosta de Jimmy le ayudan a escapar y liberarse. Golpea a Dandy y rescata a la doncella ante la mirada atónita de Twisty, que se levanta y sorprendentemente exige el aplauso del público. WTF!? ‘Pedaso’ troll… Jimmy no tiene tiempo para ponerse al día con los juegos macabros del villano y grita a todo el mundo que huya del lugar. Twisty no se lo toma nada bien y se lleva a Jimmy al remolque para que pruebe esas grandes tijeras homicidas… mientras Esmerelda conduce al resto de chiquillos a la carretera, ante un impotente Dandy que tropieza con un tronco y es incapaz de atraparla. ¡Han arruinado el Halloween de Dandy, hijos de fruta! ¡Pobrecito, sólo quería hacer un truco de magia… inofensivo! No se preocupen que Mordrake llega a tiempo y evita que Twisty asesine al inconsciente Jimmy, exigiendo su show. En el exterior, Mordrake podrá ver a Twisty the Clown sin máscara y conocer su triste historia. “American Horror Story: Freak Show” nos sorprende con una fábula que bien pudiera ser un cruce de “Forrest Gump” y “He Who Gets Slapped” con Lon Chaney. Con un par, oigan.


En 1943, Twisty the Clown era un payaso que amaba a los niños y les hacía reír pero los ‘freaks’ eran malos y envidiosos. Ya lo dijeron los elfos, los enanos son escoria… por mucho que Peter Jackson cuente lo contrario y ustedes paguen la entrada. Los enanos del circo confabularon para echarle y le acusaron de abusar y aprovecharse de los niños. En realidad, Twisty the Clown es el payaso más inocente (y tonto… pero tonto, tonto) del mundo. Engañado, con que la policía pudiera atraparle debido a su fragilidad mental y candidez, su regreso al hogar estuvo marcado por su soledad al estar ya muerta su madre. No podía ser payaso y decidió hacer juguetes para niños utilizando basura… pero todo lo que salía de sus manos era inconscientemente peligroso para los pequeños y su presencia era similar a la de un vagabundo repelente. Twisty destrozó una juguetería tras acusarle el dueño de ser un acosador de menores e inicio su constada caída sin retorno. Mordrake escuchará atento a ese payaso que se considera bueno y cuya vida ha sido una burla y chiste negro malicioso. Su intento de suicidio con una escopeta colocada en su boca es buena prueba de ello, ya que Twisty —prototipo de payaso tonto— fue incapaz de conseguir su cometido. Con la mandíbula destrozada tuvo su última idea para dibujar sobre su cara esa sonrisa de payaso que no llamó la atención en el ‘Freak Show’ donde precisamente fue Jimmy aquel que le ignoró. La vuelta de tuerca de Twisty llega sobre sus intenciones y resultados. Él se considera una buena persona e incluso cree en su propio delirio que él salvó a los niños de los freaks. Sus actuaciones asesinas eran divertimento para los más pequeños, desde su distorsionado punto de vista, y pensó que cuidaría mejor de ellos que sus propios padres, contratando a una agradable niñera a tal fin. WTF!? ‘Pedaso’ troll… Twisty no es consciente de sus asesinatos y Mordrake se queda impactado e interesado por ser el primer asesino que es incapaz de admitir el mal debido a su propia inocencia interior. En realidad, ese espectro no busca al peor y más infame ‘freak’ sino a aquel que siga impasible ante sus pecados pasados y cometidos. Twisty, evidentemente, es el objetivo perfecto. Mordrake tiene a su freak y Jimmy será testigo de la lluvia de puñaladas fantasmales. Dandy, más tarde, recogerá la máscara para revelarnos que el show siempre tiene que continuar por macabro que sea… por terrorífico que pueda parecer.



Jimmy no quiere considerarse el héroe… Normal, explica tú a la policía que un fantasma con dos caras y su séquito liquidaron al freak del lugar para llevarse su alma al infierno… y espera las consecuencias. Esmerelda, no obstante, se encarga de citarlo como tal a la policía. Una policía que no sabemos si ha interrogado correctamente a los supervivientes porque conviene recordar que Bonnie vio perfectamente a Dandy en Massacres and Matinees” (4x02). Esmerelda da la impresión de que es la única que tiene voz por el momento y su testimonio aclara que Twisty tenía un socio, cuya máscara evitó que pudiera ver su rosto y poner una cara a su voz distorsionada. ¡Ni que fuera Batman! El chico de las manos de langosta tampoco desea perdonarles aquello que hicieron con Meep pero cambiará de opinión al ver que el pueblo visita el ‘Freak Show’ para asombro de todos. No, no va a ser un linchamiento. Unos padres encabezan la comitiva y desean agradecer al Jimmy que haya salvado a su hijo, estrechándole su mano. Los ciudadanos de Jupiter (Florida) ven a los ‘freaks’ como sus iguales y salvadores y tenemos un momento emotivo en el que Jimmy conecta visualmente con Maggie Esmerelda estando Bette Tattler y Dot Tattler en medio como composición del plano. Tenemos trío. Bueno, trío… y medio. Papá también se levanta resacosa y casi se le cae una lagrimita por los logros de su hijo. Elsa Mars, que sabía por boca de Jimmy que Edward Mordrake es autor del fin de Twisty, aprovecha el momento para reivindicar la invitación al ‘Freak Show’. ¿Invitación? Perdona bonita, invitar a alguien a que pague la entrada de algo no es invitar… Aunque, pensándolo bien, Elsa ha pasado del polo de estupidez al opuesto de brillantez, como buena mujer de negocios y antigua ‘ama’ y fan del BDSM. Todo parece ir bien e incluso Elsa deja claro a Dot y Bette que son las teloneras de ese espectáculo ya sin entradas. No, esta señora no ha aprendido nada de todo el asunto fantasmal y cuento de Halloween. Como no tenemos números musicales en el capítulo, salvo la emotiva actuación de Twisty al piano, es hora de que “American Horror Story: Freak Show” posicione a los villanos tras el adiós de aquel que pensábamos iba a serlo. La triquiñuela la salvan Ryan Murphy y Brad Falchuk con la aparición de Stanley, el timador, que se presenta como Richard Spencer ejerciendo de cazatalentos para Hollywood. Las cada vez más tontas y egocéntricas Elsa, Dot y Bette mojan las bragas con todo este asunto de la fama. Vuelta al polo de estupidez… again. Para dejar claro que Dandy va a seguir los pasos de Twisty the Clown gracias a su máscara, veremos cómo Dora y sus burlas ponen fin al cameo de Patti LaBelle en la temporada. Dandy ya sabe cómo degollar con las grandes tijeras de payaso y siente el olor de la sangre que ha llegado a su vida para despertar el asesino en serie que habitaba en su interior. No sabemos quién le hará la comida o limpiara la casa pero, al final, no ha sido un mal Halloween, pensará Dandy. Con capítulos como “Edward Mordrake: Part 2”, desde luego, será mucho más sencillo. 

P.D.: ¿Y Dandy sobrevivió al colocarse esa máscara llena de babas y un olor que debería provocar la muerte de media ciudad si cayera en un embalse? 

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1 comentario:

  1. Pensé exactamente lo mismo acerca de la máscara! Dandy es uno de los mejores personajes de la antología!
    "Te odio, te odio, te odio, te odio!"

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