domingo, 23 de noviembre de 2014

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Transparent: Mamma + Papa = Moppa

Serie de TV
“Transparent”
EEUU
2014

Sinopsis (Página Oficial):

Creada por Jill Soloway (“A dos metros bajo tierra”, “United States of Tara”). Una familia de Los Ángeles, con problemas para mantener su espacio personal, debe descubrir su pasado y futuro cuando una confesión dramática provoca que los secretos de todos se desborden.

Crítica Bastarda:

«El travestismo es lo mejor. El travestismo me ha salvado la vida.»
Mario Vaquerizo

La cita anterior no es una boutade o una nota superficial fuera de ese contexto que marca “Transparent”, nueva serie estrella de Amazon, sino que establece el marco perfecto para hablar de esa concepción de personajes que tratan de escapar y ocultarse de ellos mismos, de encontrar en el travestismo, de puertas de armario para fuera, la catarsis existencial para poder encontrar un camino auténtico y real. En la serie creada por Jill Soloway la revolución a golpe de ropa de mujer de un padre dinamita las vidas de su familia y establece unos nuevos horizontes en los que ya no es necesario esconderse. El nuevo material independiente no necesita el cáncer como punto de giro sino un elemento más superfluo en apariencia pero que sirva para elaborar un discurso mucho más profundo que una enfermedad terminal. Más allá de un interesante piloto, se encuentra “Transparent” como primer gran golpe en la mesa de Amazon para hacerse con el dominio de esa revolución que se está viviendo en las series online. En realidad, el indie también queda travestido con pendientes de Sundance y esencia de Soloway para revelarnos los universos familiares disfuncionales a través de esa ruptura argumental: el patriarca ha decidido salir del armario y revelar ese secreto que ha mantenido durante su matrimonio e incluso bastante tiempo después de su divorcio. 


Despídanse de las enfermedades terminales como ese motor de dramas y traumas porque coexisten otras realidades más transparentes e invisibles. Ciertamente la elección de Jeffrey Tambor (como esas apariciones de Bradley Whitford) marcan aquello que revela en apariencia la cita de Mario Vaquerizo: un simple disfraz ridículo para llamar la atención, un superfluo gancho que esconde una trampa más profunda en su interior. Ciertamente, tanto los espectadores como toda la familia se replantea su sexualidad o su idea del sexo y lidia con esa concepción en apariencia cómica y grotesca, pero que revela nuestra propia percepción de un concepto invisible que esconde más que un vestido de mujer y maquillaje. El elemento, por lo tanto, está dispuesto para que la familia decida liberarse. También nosotros de nuestros posibles complejos. Tenemos a un ama de casa (Sarah) que deja a su marido por su antigua novia; a un productor musical (Josh) adicto al sexo y al amor, que acaba atrapado en su propio deseo de paternidad —y recibe una bofetada del destino al tratar de asentarse definitivamente tras hallar a ‘la elegida’ y media naranja—. Pero realmente es ese personaje que sintetiza a una ‘loser’ —y joven que trata de encontrarse a sí misma (Ali)— aquella que revela la (r)evolución con la que desea “Transparent” moverse dramática y cómicamente.


—Una muy, muy buena amiga mía me dijo esto cuando empecé la transición. Dijo, «¿Sabes?, dentro de cinco años, vas a levantar la vista, y nadie de tu familia va a seguir ahí. Nadie».

—¿Tenía razón tu amiga?

—Sí.

La frase de Davina pudiera ser profética para marcar los anticlímax de Maura por encontrar un sitio en ese ‘moppa’ en el que se ha convertido como nuevo rol familiar. Por el contrario y para quebrar la frase del personaje interpretado por la actriz trans Alexandra Billings. La dramedia marca la amplificación de la comedia negra, afilada y cínica, representada en esos detalles que nos van mostrando a través de numerosos flashbacks. Considero que un diálogo de “Best New Girl” (1x08) define cierta esencia de ese choque de ridículo impostado pero respeto por la identidad transgénero. Se trata de un episodio que nos relata cómo ‘Maura’ se escapa junto a (Mark / Marcy) a ese retiro (y campamento) de travestis y en una secuencia el grupo con el que se encuentran reivindica su travestismo y guerra contra ‘las agujas en el culo’. «Tuvo el coraje de añadir hormonas al travestismo. Somos travestis, pero seguimos siendo hombres». Esa secuencia escenifica el juego que quiere entablar con la audiencia Jill Soloway: un universo es pretendidamente caricaturesco (y algo antiestético) —con Jeffrey Tambor (o Bradley Whitford) caracterizados como mujeres— para esbozar una burla que no lo es realmente sino un planteamiento sobre la reivindicación de la identidad. Una identidad que también vemos que buscan el resto de personajes. 


La variación sobre variación de la tv-movie “Normal” con Tom Wilkinson y Jessica Lange es el enfoque pero existe otro planteamiento respecto al melodrama de un trans-parent y papá-trans. Hay humor pero el extra lo aporta el propio público. Papá quiere ser mamá y sus hijos, ya descolocados, van a tener que enfocar más si cabe sus tambaleantes vidas. El magnetismo de la serie lo ejercen temas profundos (como la muerte o la ansiedad de vivir) bajo un esquema familiar e intimo que ni siquiera encajaría en los patrones de una ficción por cable. Soloway es consciente de su pasado y a “A dos metros bajo tierra”, de esos tres hermanos completamente distintos que interactúan perfectamente entre sí. La variación y conexión también es evidente: la muerte del padre siendo en el sentido físico en la mítica obra maestras de HBO y de la trans-formación en la propuesta de Amazon. El ADN de “Transparent”, no obstante, es la familia y su incapacidad de distanciamiento por complicadas que sea las circunstancias y poéticos sus desbarajustes. El cinismo de sus hijos que buscan y necesitan (económicamente) a su progenitor les hace quedar atados a ese nudo y nueva perspectiva de defensa. La caída de esa máscara que su padre ha tenido adosada toda la vida propicia a que todos se una al arrebato de sinceridad y encuentren su lugar en mundo. Todas sus mentiras se hacen transparentes pero sus deseos no encajan tampoco en sus moldes vitales y perspectiva de otros seres cercanos. Esa búsqueda de la identidad y felicidad les lleva a todos a salir del nido para volver a él… porque en “Why Do We Cover the Mirrors?” (1x10) deja a todos los polluelos atados a las ramas de ese hogar al que el destino (y ellos mismos) han quedado condenados. Olvídense de la conciencia social o de abordar el transgénero como acto de curiosidad porque aquello que quiere ir instaurando “Transparent” es el de una completa normalidad sobre esa disfunción, de que finalmente veamos a Mort como Maura y no podamos entenderlo de manera contraria.


La propuesta de Amazon utiliza todo ese desenfoque emocional/familiar/trans-cendental para ‘tocar’ el judaísmo con consecuencia: «Dios mío. ¿Te estás follando a la rabino? Follando a la rabino. Te estás follando a la rabino. ¿Te estás follando a la rabino?». Reiterar las frases anteriores y el amor sobre una yarmulke andante, son parte del material para dar consecuencia a esos diez capítulos que nos presentan una de las series más sobresalientes del 2014. Ese humor negro le sirve al show para inmiscuirse en la tragedia en la ironía del discurso más grave y triste. Incluso la soledad queda dibujada con un cover de Gotye (‘Somebody That I Used To Know’), consoladores voladores y toneladas confusión emocional. La controversia de que pueden generar sus personajes más estereotipados, como esa madre que es capaz de avergonzar a sus hijos y siempre anteponer su alimentación, se hace completamente creíble en esa versión ‘lésbica’ de Judith Light. El retraimiento sumido a la ansiedad como ese terror y fobia a la (auto)transformación se traduce en se juego de liberación y mezcla de sensaciones y sentimientos. En realidad, “Transparent” trata de ser tan divertida como conmovedora en un viaje en el de la madurez y trans-ición física y emocional. Pero Jill Soloway no quiere menospreciar a ninguno de sus personajes y todos están dotados del protagonismo necesario, de ese egoísmo brutal que les determina un sobresaliente nivel en la historia. Todos ellos son narcisistas por naturaleza, condenados a despuntar —junto a la serie que protagonizan— y dejar al resto de ficciones de familias disfuncionales completamente transparentes. “Transparent”, desde luego, ya no podrá serlo.


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